[Escrito] Poema por alma
Llegó una madrugada a mi cama, justo cuando las manos me dolían de tanto escribir poemas. Se sentó y sin hablar, sacó un cigarrillo largo. De inmediato le ofrecí fuego, ese que nubla la mente y termina quemándonos por dentro.
Comenzó a contarme de su vida, de lo mal que la ha pasado, que básicamente no creía en el amor porque simplemente no le habían escrito un poema. La observé detenidamente mientras hablaba. Me quedé viéndola por horas, detallando sus pómulos, sus largas pestañas, cada una de las ondas que conformaban su cabellera. Justo cuando estaba a punto de quedarse dormida, le dije: "Hagamos un trato, te escribo un poema si me das tu alma".
Rápidamente abrió los ojos, la alegría no le cabía en el pecho. Sin decir "si" o "no"; comenzó a contarme sobre su infancia dura, sus padres, su abuela favorita, sus fantasmas, los demonios que la desvelaban algunas noches. Con una sonrisa en el rostro, me contó que de grande quería ser soñadora. Como si eso fuese una profesión en el mundo real. Pasamos horas y horas hablando de la vida, de las tantas veces que nos habían quebrado el corazón, de aquello que queríamos ser de niños, de príncipes astronautas y de historias de terror.
Justo cuando estaba empezando a aclarar, le escribí un poema corto a la orilla de su cadera. Mientras lo hacía, no dejaba de verme con admiración. Me llamaba "Escritor" como si mi apellido fuese Hemingway o Bukowski. Pero sí, para ella mis versos eran escritos importantes y para mí, ella era la mujer más hermosa que había visitado mi cama.
Cuando por fin terminé, subió su pantalón, abrió la ventana y saltó. Con una sonrisa imborrable porque su corto escrito, la acompañaría siempre. Ella cumplió, me dejó su alma en un tarro de miel que tengo junto a mi cama y uso para espantar fantasmas en las noches oscuras.
Cuando por fin terminé, subió su pantalón, abrió la ventana y saltó. Con una sonrisa imborrable porque su corto escrito, la acompañaría siempre. Ella cumplió, me dejó su alma en un tarro de miel que tengo junto a mi cama y uso para espantar fantasmas en las noches oscuras.
Aunque ha pasado mucho tiempo, todas las noches la espero en la misma ventana. Le he escrito más de mil versos, esperando que al menos venga buscando alguno.
Aunque sé que no vendrá, aunque sé que mi espera es innecesaria.
Ella no aparecerá ni hoy, ni mañana, ni nunca.
Ella no volverá por una sencilla razón, la dejé sin alma.
Atte. Ostwald Guillén
(AKA El Bastardo)
Aunque sé que no vendrá, aunque sé que mi espera es innecesaria.
Ella no aparecerá ni hoy, ni mañana, ni nunca.
Ella no volverá por una sencilla razón, la dejé sin alma.
Atte. Ostwald Guillén
(AKA El Bastardo)
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